domingo, 3 de febrero de 2019

Crisis fabulosa

Una feroz crisis está azotando a los personajes de cuentos de hadas. La situación económica ha llegado al límite y las princesas han debido salir de su burbuja. 
La blonda Rapunsel ha pasado por la peluquería a vender su trenza y la cándida Caperucita subastó su emblemática capa. A la pobre Cenicienta el hada madrina le embargo sus zapatitos y ahora usa unos crok. Y Blancanieves dejó la dieta de la manzana por polenta. La ojerosa Aurora solo duerme cuatro horas porque sale a remisear con la alfombra que le alquila Jazmín. Ni hablar de Tiana que se dedicó al contrabando de carteras de cocodrilo y ahora afronta una denuncia judicial de los protectores de animales. A la que mejor le va es a Elsa que con este calor vende muchas bolsitas de hielo. La bella Pocahontas ahora vende artesanías, gracias a Mulan que le hizo un lugarcito en su supermercado. Y la audaz Merida ha abandonado el colectivo feminista y se casó con un Príncipe adinerado.
Para sacar adelante el país de Muy muy lejano hay que sacrificarse, así lo dijo el rey.




Ni una menos en las canciones

Hace unos días jugábamos con Frida y sus muñequitas adquiridas gracias a la cultura mercantil de fin de año y el padrino que nunca se olvida de su ahijada. 
-Vamos a ponerles nombres. 
-Cleopatra - dijo Frida.
Entonces recordé esa vieja canción y se la canté. Le gustó y ella intentanba entonarla. Ahí surgió la idea de ponerles nombres que podamos cantar. 
Esta se puede llamar Juana Azurduy- y cantamos porque se la sabe gracias a Zamba. 
La tercera ya se me complicó. Pensaba le ponemos Raquel, recordé la letra pegadiza, y desistí. Pensé Marta, peor. Luego se me ocurrió Macarena, y la “alegría” para su cuerpo, tampoco. Terminé recordando todas las canciones que denigran o comenten femicidio en sus letras.
En resumen, la muñequita se llama Alfonsina Storni.
Las letras de canciones ejercen violencia hacia la mujer y esas son las más conocidas. Son las que venden.


https://www.youtube.com/watch?v=eU1Hpc_iqL8&feature=share
Imagen relacionada

Mandato cultural

En la tienda, había camperas rosadas y azules. Yo pensé “vamos a aprovechar la oferta”.
Mientras miraba talles y calidad, Frida jugaba y entrelazaba las mangas rosadas con las azules.
-Es amor!!- me dijo.
La vendedora la miraba torcido.
-Esta camperita azul está hermosa para ir a la escuela.
-Nooo. Azul no! Rosa!!- fue la respuesta de Frida.
-No. Azul es para la escuela.
-No! rosa.
Y no se quiso probar la azul. Mientras la otra se la comía con los ojos.
La princesa Rosa y el príncipe Azul. Si desde muy pequeñita asumió que esos son los colores que identifican los géneros, cómo convencerla? Se los impuso la tele y el comercio. Porque todos los vestidos de nena tienen rosado, rosadito, rosa viejo, rosa chicle, y que sé yo cuántos tonos. A estas alturas se me ocurre ir a decirle que las nenas también se pueden vestir de azul. Deberé iniciar un largo camino para revertir tanta influencia cultural.
Desafiando el mandato cultural, chicas de azul