Por las noches me quedó dormida leyendo un libro. Pero no una novela de Kundera, ni de Saramago. Sino una historieta de La Sirenita, o de Dinosaurios, o de Hércules. Vale de princesas, o de animales, o de monstruos. Acá no se le hace asco a nada.
La lectura es fundamental; es el principio de todo; la palabra debe estar escrita o se la lleva el viento. Cuando ella se distrae conversando con algún lápiz, o una birome, (se le dio por hacer hablar a las cosas) o un oso, hasta con un amigo invisible, yo espero. Dejo de leer y cierro los ojos (por momentos me duermo de tanto sueño atrasado) hasta que ella nota que hay silencio y me dice: - !!!Mamá!!! Neé (leé en su media lengua).
Y me despierto y le digo por milésima vez en tantos años: -Si hablás el cuento se va volando por la ventana (esa frase me quedó grabada de las clases de Pedro Gómez, colega y amigo). A ver, sacate las papas de la oreja- simula sacarse.
- !!Lito!!
- Ahora cosete la boca y ponete un cierre- simula los movimientos con hilos invisibles.
- Mmm..mmm- y ya tiene la boca cerrada.
Continúo leyendo dos, cuatro, seis viñetas y me quedo callada y con los ojos cerrados medio dormida de nuevo; espero a ver si ya se durmió también pero... Ella repite:
- Mamá neé.
Y continúo, a veces a hasta terminar el libro de cuarenta y pico de páginas. Otras en la veinte el sueño le gana.
Leo para ella todas las noches, a veces más de un libro. Hay días que fueron intensos y solo deseo dormir pero como negarme a leerle si es un placer que le quiero regalar. Todos tenemos el derecho de gozar de la lectura.
La lectura es fundamental; es el principio de todo; la palabra debe estar escrita o se la lleva el viento. Cuando ella se distrae conversando con algún lápiz, o una birome, (se le dio por hacer hablar a las cosas) o un oso, hasta con un amigo invisible, yo espero. Dejo de leer y cierro los ojos (por momentos me duermo de tanto sueño atrasado) hasta que ella nota que hay silencio y me dice: - !!!Mamá!!! Neé (leé en su media lengua).
Y me despierto y le digo por milésima vez en tantos años: -Si hablás el cuento se va volando por la ventana (esa frase me quedó grabada de las clases de Pedro Gómez, colega y amigo). A ver, sacate las papas de la oreja- simula sacarse.
- !!Lito!!
- Ahora cosete la boca y ponete un cierre- simula los movimientos con hilos invisibles.
- Mmm..mmm- y ya tiene la boca cerrada.
Continúo leyendo dos, cuatro, seis viñetas y me quedo callada y con los ojos cerrados medio dormida de nuevo; espero a ver si ya se durmió también pero... Ella repite:
- Mamá neé.
Y continúo, a veces a hasta terminar el libro de cuarenta y pico de páginas. Otras en la veinte el sueño le gana.
Leo para ella todas las noches, a veces más de un libro. Hay días que fueron intensos y solo deseo dormir pero como negarme a leerle si es un placer que le quiero regalar. Todos tenemos el derecho de gozar de la lectura.
Pintura de Carlton Alfred Smith (1853-1946) |