Uno de sus principales representantes es Augusto Monterroso (guatemalteco, 1921-2003) ha sido considerado un verdadero maestro del relato breve. Su microrrelato más famoso:
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Este nuevo tipo de textos va acorde con el ritmo vertiginoso de la vida urbana; por su brevedad se adapta a los espacios marginales en las revistas, los diarios o los suplementos culturales. En cuestion de segundos, el lector puede evadirse a mundos soñados.
Les dejo algunos microrrelatos:
"Anuncio" (René Avilés Fabila, mexicano)
Oriundo de Hamelínn, soy flautista y alquilo mis servicios: puedo sacar las ratas de una ciudad o, si se prefiere, a los niños de un país sobrepoblado.
“Motivo literario” (Mónica Lavín, México):
Le escribió tantos versos, cuentos, canciones y hasta novelas que una noche, al buscar con ardor su cuerpo tibio, no encontró más que una hoja de papel entre las sábanas.
“Amor 77” (Julio Cortazar, Argentina)
Y después de hacer todo lo que hacen se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.